La OMS advierte que la contaminación causa cáncer
Cada 4
de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, la enfermedad que más
vidas se cobra en el mundo y que representa una de las mayores preocupaciones y
problemas de la humanidad. Más de un tercio de los cánceres son prevenibles ya
que son causados por nuestro estilo de vida. Los médicos nos recuerdan que
medidas sencillas como dejar de fumar, comer menos carne roja y procesada,
hacer ejercicio regularmente y reducir el consumo de alcohol pueden prevenir
esta horrible enfermedad.
Pero
de lo que los médicos muy pocas veces hablan, es que hay infinidad de cánceres
relacionados con la contaminación y con la exposición continuada a agentes
carcinógenos en nuestros lugares de trabajo.
La OMS
advierte que la contaminación causa cáncer
La
Organización Mundial advierte que la exposición a la contaminación atmosférica
causa cáncer de pulmón y provoca un mayor riesgo de cáncer de vejiga. Esta
decisión supone que la polución se eleva al Grupo 1 de la clasificación
estándar de la IARC para evaluar los compuestos o factores físicos que pueden
ser carcinógenos para los seres humanos, en función de las pruebas científicas.
Aunque
la composición de la contaminación y los niveles de exposición varían
radicalmente entre unas zonas y otras, las conclusiones son válidas para todas
las regiones del mundo. Los estudios muestran que, a mayor exposición, el
riesgo de cáncer va aumentando. Es una relación bastante lineal.
La OMS
ya calificó el hollín del diésel como cancerígeno en junio de 2012. Si tenemos
en cuenta que en nuestras ciudades la mayor causa de la contaminación del aire
urbano es el tráfico rodado, la actuación de la OMS es muy coherente. De hecho
algunos componentes como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (emitidos
por la quema de combustibles fósiles y biomasa), el arsénico, el cadmio y el
níquel están regulados en aire ambiente por una directiva europea traspuesta en
España por el hecho de ser cancerígenos.
Efectos
de la contaminación sobre la salud
Los
contaminantes más dañinos son las partículas en suspensión y el ozono, aunque
hay otros componentes que también influyen. El efecto cancerígeno es uno de
estos efectos pero hay otros: respiratorios, cardiovasculares y
cerebrovasculares.
La
inhalación continuada de estas partículas va dañando las células que recubren
nuestro sistema respiratorio y llega un punto en el que se acumulan
deficiencias genéticas lo que hace que las células proliferen de manera
descontrolada y, al final, puede aparecer el tumor.
Se gasta mucho dinero en curar y muy poco en prevenir
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